¿Es Doma Racional, La Doma Natural, La Doma India o es la ductilidad del Caballo Criollo Venezolano?
Hace unos meses conversando con mi colega y dilecto amigo, el Dr. José Luis Canelón, Coordinador de la Cátedra Libre para el Estudio y la Conservación del Caballo Criollo Venezolano, le comentaba que era una divinidad domar criollos, por su inteligencia, docilidad y facilidad de aprendizaje. Era como si naciesen aprendidos y él me convido a que escribiera un artículo sobre esa experiencia, a lo cual yo le conteste que no me animaba hacerlo ya que hasta ese momento solo había domado dos yeguas, una de ellas de nomrbre Turumba y la otra Veguera, de la cual Uds. amigos lectores podrán saber en un artículo publicado anteriormente titulado: Viva Veguera, caracho!!!!
La doma de estas yeguas no representaba una casuística como para dar opiniones y mucho menos conclusiones, como tampoco pretende serlo este artículo. Yo le comentaba al Dr. Canelón, que ya en mi vida como domador, tuve experiencias con diferentes razas: Apaloosas, Cuarto de Milla, Árabes, caballos de equitación, Purasangres de carrera, Criollos Argentinos, Percherón y mestizos, pero la experiencia con Veguera y con Turumba fue extraordinaria, sin embargo, como son muy pocos casos o ejemplares no podía generalizar sobre la ductilidad de la raza.
Hoy en día cuando me dedico a escribir el presente artículo ya he domado cinco ejemplares criollos y en todos aplico las mismas técnicas que usualmente practico en otros ejemplares de otras razas cuando de domar se trata.
Al domar un caballo este me va diciendo que técnica usar. La doma racional que aprendí con Martin Hardoy, la Doma natural de Lucy Rees o la Doma india que pude aprender y practicar con la Tribu Scarpati, especialmente con Cristóbal y Oscar Scarpati. Es así como me le voy metiendo de a poco a la psique del caballo, lo voy seduciendo como un caballero seduce a una dama, con propuestas honestas, claras y sencillas, sin cansarlo, pidiendo de a poco, haciéndole y ejecutando lo que una vez dijo Martin Hardoy “… Héctor, con paciencia, recuerda que lo lento que vas hoy es lo rápido que irás mañana…”. Y así lo he hecho, con todos los caballos que me han tocado domar, redomar o incluso abolir y erradicar viejas mañas.
Cuando en el principio de este artículo comento que los caballos criollos venezzolanos (CCV) parecieran que nacieran aprendidos, hoy puedo especular con cierta certeza que es posible que así sea, ya que nuestros criollos desde hace 500 años han sido amansados y domados a base de dolor y maltrato, doblegados a fuerza de dolor y entonces cuando les muestra seguridad, buen trato, órdenes sencillas y claras, estos criollos responden de una manera asombrosamente rápida, como preguntándose : ¿Donde estabas metido amigo mío?.
Aplicando estos conceptos anteriores, se obtienen caballos mansos y buenos compañeros, incapaces de hacer bellaqueadas y adelantando a pasos agigantados en el aprendizaje de ayudas y apoyos en lo que a equitación y silla se refiere.
Hoy puedo hablarles de Veguera, a la cual ya conocen, pero también menciono a Turumba que con apenas cinco sillazos, como se dice coloquialmente, la lleve hasta el Museo Alejandro Otero en La Rinconada-Caracas, para la exposición del CCV, en donde se exhibió perfectamente ensillada, aperada y bien montada por mi amigo Daniel Uranga.
En este momento estoy domando a Garua, una potranca de dos años y nueve meses, a la cual desde su tercera ensillada la cabalgo por las calles sin importar la presencia y el paso de vehículos livianos, carros, motos, camiones y autobuses. De hecho, el domingo pasado en la víspera del estreno de la serie el Domador de caballos, en el canal NatGeo, cabalgué con ella y otros seis jinetes desde Plaza Las Américas-El Cafetal hasta Los Próceres, en Caracas, ida y vuelta. Comportándose con tal sobriedad y seguridad que pareciera que tuviese toda la vida domada.
Para finalizar, les comento el caso de Coleador, padrillo de cuatro años y ocho meses el cual posee ya un hijo y varias yeguas preñadas. En la primera sesión de doma, le coloque bozal y cabestro y como si ya viniese con la lección aprendida al darle la orden a la voz paso, trote y galope, lo realiza casi a la perfección. Y al darle la orden de Oh, se para en el acto.
Ya el mismo día y acto seguido le coloque la silla y es como cualquier caballo manso, de hecho si este caballo no hubiese nacido en el proyecto juraría que vino domado. Al mismo tiempo coloque riendas largas y freno en forma de filete, lo camine al paso y al trote, a la derecha e izquierda, ohh, es decir parada y reculada. Y… para que mentirles, estaba tan emocionado que estuve a punto de darle su primera montada, mas no quise abusar de su virginidad ni de mi suerte y lo deje para la próxima ocasión, y es esta foto la que dice mejor lo que yo quiero contarles.
Por: M.V. Héctor Jurado C @VetJurado
Publicado en. Venezuela Equina
2 comments
Mario
August 20, 2015 at 7:06 pm
Me faltó la foto de Coleador!!! Excelente artículo… siempre he encontrado en estos animales condiciones de buen trato y docilidad diferentes a otras razas que se presentan mucho más nerviosas e indómitas….saludos
M.V. Héctor Jurado Capecchi
August 21, 2015 at 2:21 am
Hola Mario, las tres primeras fotos son de Coleador,es rucio, lo que te puede estar pasando, es que lo confundes con Palo de agua. Eso pasa cuando se van uniformisando las caracteristicas raciales. Saludos. Hector.
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